domingo, 15 de agosto de 2010

¿Quién diría?

Pasan los años, dejándome siempre sentado
siempre al final de la mesa, en la última silla.
Tanto tiempo he pasado en esta situación
que me duele creer que puedo cambiar mi posición.

¿Quién diría, que él siempre olvidado
es ahora recordado en cada momento?
siendo parte de recuerdos tan importantes
parece una mentira tan enorme.

Y mientras una voz me recomienda
seguir siendo yo y dejar de ser la marioneta del mundo
parte de mi, una parte siempre ignorada
me suplica entrar en los límites de lo cotidiano.

Y mientras cada vez es más común,
la idea del próximo apocalipsis,
pierdo el tiempo en cosas más simples,
cosas que me parecen cada vez más sensatas.

¿Quién diría que lo que a muchos les desagrada
lo que muchos temen o ignoran,
sea lo que hace que ella me recuerde
que mis comentarios, por ella no sean desapercibidos?

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