jueves, 19 de noviembre de 2009

Claro de luna parte II

Sonrisa de cristal,
reflejo de alma errante
que nunca llega realmente;
simplemente estás en todos lados.

Por fin te acercaste,
pude oler tu sangre:
líquido amargo pero adictivo,
tu sabor, mi delirio.

¿Escuchas eso?
es el silencio que dejas,
curioso que de noche sea;
dime amor mío, ¿lo escuchas?

Ve el claro de luna,
la muerte que lo acompaña,
su lenta agonía, los escombros que deja,
cómo queda una alma errante.

Que frágil resulta todo
hasta tu suspiro mueve la balanza
un beso es el perfecto asesino
tanta ironía hay esta noche.

Noche de muertos
cuando con besos matan
tu mirada me desgarra
y tú recuerdo, mi tormento.

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