Y aquí estoy
lamiendo mis heridas
las cuales sangran por tu ausencia.
Tirado en un baldío,
crudo por no soportar perderte
y es que soy tan inestable,
que ahora eres todo.
Sin pena te admito,
soy de carne y huesos,
lo demás que me conformaba
me dejó cuando te fuiste.
Aún así creo que es mejor
para que la sangre, para que las ilusiones
no tengo con quién compartirlas.
A lo mejor un día volveré
vendré con la noche
te pida un beso, y por ti
me quede sangrando
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