Que me recuerda tus labios,
Los cuales sin engaño, me roban la realidad?
¿Qué hay de la soledad
que me trae tus recuerdos
de aquellos ocasos, de besos y abrazos?
Y de la oscuridad
que no deja ver esa luz, que me regalabas con tus ojos
esa mirada que es solo tuya.
¿Cuántas noches más
debo preguntar esto, al vacio que queda
después de un día casi completo?
¿Qué hay de las noches
en las que sueño contigo
y al despertar, todavía siento tu aroma?
en las que sueño contigo
y al despertar, todavía siento tu aroma?
¿Qué hay de las mañanas?
que mi libertad me recuerda, lo feliz que era
siendo tu fiel esclavo
Y de esos golpes
que puede darme la vida
sin darme cuenta, cuanto te quiero.
que puede darme la vida
sin darme cuenta, cuanto te quiero.
¡Sí! Aún te quiero,
aquí va mi última señal
pues creo que no es mutuo
o qué triste final.
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